Introducción
El Microlino es un microcoche eléctrico de diseño retro que mide apenas 2,5 metros y se ha convertido en una alternativa urbana en varias ciudades europeas. Sin embargo, su peculiar diseño ha llevado a una conductora alemana a acumular numerosas multas por la forma en que lo aparca.
El caso de Margarethe Stadlbauer
Margarethe Stadlbauer, residente en Múnich, adquirió un Microlino para contribuir a la reducción de emisiones y evitar el tráfico con un vehículo convencional. El problema surge por su única puerta frontal, que complica salir del coche si se estaciona en paralelo a la acera. Su solución fue aparcarlo en perpendicular, ocupando menos espacio. [FOTO]
Imagen: Microlino Press – lateral del Microlino en ciudad.
Aunque su intención es práctica y ecológica, las autoridades locales no lo permiten. El reglamento alemán no prohíbe explícitamente este tipo de estacionamiento, pero tampoco lo autoriza, y por ello la conductora acumula sanciones.

Imagen: generada por IA Microlino multado
Normativa y paralelismo con España
En Alemania este caso ha generado debate sobre la necesidad de actualizar las normas de circulación para adaptarlas a los microcoches. En España, el Reglamento General de Circulación exige estacionar en paralelo salvo señal específica. Por tanto, un Microlino o vehículo similar aparcado en batería en un espacio marcado en línea también podría ser multado, al considerarse una infracción grave según el artículo 92 del RGC.
Conclusión
El caso del Microlino en Múnich refleja el choque entre la movilidad del futuro y las normas del presente. Los microcoches eléctricos pueden ser una solución sostenible y compacta, pero para que encajen en la ciudad, las normativas de aparcamiento deben actualizarse.
CTA final ¿Crees que las normas de aparcamiento deberían adaptarse a los microcoches eléctricos como el Microlino? Déjanos tu opinión.